La alegría me la compro, me la peto y me la fumo.

La alegría me la compro, me la peto y me la fumo.
La alegría me la compro, me la peto, y me la fumo.

martes, 30 de agosto de 2011

Día 18. Ley de Murphy, si todo puede salir mal, saldrá peor.

Hoy me he levantado digamos, tonta. Si, tonta. Necesitaba ese "algo" que necesita todo el mundo para motivarse. ¿Qué si lo he encontrado, os preguntaréis? Pues no, si no que todo lo contrario. Me sentía con ganas de darlo todo, y a la vez de irme lejos y no volver. Si, soy un poco bipolar. Buscaba , quizás, un poco de cariño, o unas palabras un tanto alentadoras, y lo único que he encontrado ha sido una discusión. Si, he discutido (otra vez...) con ella, con Tamara. Quizás el problema es que las dos estamos en tensión, también asustadas, y quizá tenemos los nervios a flor de piel. Puede que en ocasiones a mi se me descontrolen los nervios, y no digo que no, pero a ver... ella cree y piensa que yo estoy optando por aparentar una apariencia de : "Soy la mejor, paso de todo, te parto la cara si me da la gana...". Pero no es así, es que es tan sencillo escribir lo que siento, pero decirlo, decirlo me cuesta un mundo. Me siento la más débil de este mundo, necesito el máximo cariño que os podáis imaginar, y quizás en vez de decirme: "Tienes que olvidarlo... ", me dijeran: "Sabes que puedes, con esto y con todo lo que se te venga encima...". No sé, necesito palabras que me lleguen al corazón. Necesito sentirme querida, y no que me ataquen por todos lados, y luego tener que pedir perdón por tonterías que ni si quiera tienen el grado 1 de importancia. Quizás también necesite una tarde entera para llorar en el hombro de alguien y desahogarme así para siempre. Necesito verla a ella, a mi confidente, a Silvia, porque por mucho que nos fallemos mutuamente, por mucho que nos distanciamos siempre sabemos alegrarnos mutuamente, hacernos reír y todas esas cosas. La echo demasiado de menos. Me he pasado la tarde en casa, si, como lo leéis. No me apetecía salir ni tan si quiera a dar un paseo, y me dediqué a ver Antena 3, y Telecinco, a lo señora de setenta años. Escuché unas treinta veces la canción de Funambulista, Ya verás. Me gusta su estribillo: "Ya verás como me olvidas, y te encuentro en cualquier bar pegando saltos de alegría, y me dices que lo nuestro no era lo que merecías." Me siento una estúpida, ¿sabéis?. Me siento una carga para todos, y un estorbo , y es que parece que cada cosa que digo la digo para joder, o para fastidiar, y no es así. Ahora mi humor cambia, casi constantemente, y me siento así. En ocasiones pienso: "Claro, merezco que me hagan así para abrirme los ojos", pero luego pienso: "No es la manera, así solo me hacen daño." . Joder, que malo es que casi nadie te entienda. Casi. Siempre está esa persona que sabe lo que sientes y por lo que estás pasando ,y te dice que no te preocupes que ella te entiende. Esa es Irene. Mi Irene. Una de las que más miedo tengo de perder. Pero , me voy por las ramas. Eso, que no se dan cuenta de que no lo estoy pasando bien, que lo admito: LO ESTOY PASANDO MAL. Y? Que haces? Quizás demasiado, y quizás nada. Repito una vez más: No conseguirás nada con eso, lo principal es el cariño, el apoyo, la compresión y la confianza. Necesito que me hagan reír, pero no solo eso, aunque suene egoísta, necesito ayuda, necesito desahogarme con alguien, y esto solo no me llega. Necesito que me hagan llorar, para soltarlo todo de una vez y no tener ese nudo en la garganta todos los días. Necesito no tener que aguantar las ganas de llorar constantemente. Les necesito a ellos, lo admito.

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